En la tranquilidad de la Sierra de Aracena y concretamente en el término municipal de Gerena, camino de Aznalcollar y al oeste de la provincia de Sevilla, llegamos esta vez a "La Mirandilla", finca ganadera donde pastan los toros del Marqués de Albaserrada propiedad de D. José Luis García de Samariego y Queralt.
PRIMERA VACADA
En 1912 el entonces Marqués de Albaserrada, Hipólito Queralt Fernández Maqueira, compró a su hermano Enrique, Conde de Santa Coloma, una porción de reses- de origen Saltillo y Santa Coloma- con las que formó una ganadería que a su nombre lidió por primera vez en Sevilla en la corrida mano a mano de "Gallito" y Belmonte un 23 de Abril de 1916. Debutando en Madrid tres años más tarde, con una faena memorable del torero mejicano Rodolfo Gaona; al famoso toro "Barrenero".
Esta vacada fue vendida a José Bueno en el año 1921 y los herederos de éste la dividieron en 1928, escisión como consecuencia de la cual, paite pasó a Juliana Calvo (su viuda) y la otra a su sobrino Bernardo Escudero. Estos hierros actualmente son los del genial ganadero cacereño Victorino Martín y los de Ángel Luis Peña (antes Andrea Escudero).
NUEVA ALBASERRADA
El Marqués de Albaserrada, José García de Samariego estuvo casado con una hija aficionadísima del viejo Marqués, Isabel Queralt López. El veterano ganadero estuvo en todo momento asesorado por el buen torero sevillano de la Alameda de Hércules, Manuel Jiménez "Chicuelo".
Nadie mejor que él quería rehabilitar el nombre ganadero de sus antepasados y para ello en 1947, compró a Rafael Romero de la Quintana cien vacas y dos sementales, junto con el hierro y divisa de la ganadería que éste tenía en distintos cortijos de Jerez.
Había en éstas, reses reatas de Trespalacios, Murube y Domecq (rama del Duque de Veragua), a las que, ya en poder del Marqués, se les agregó en 1949, 60 vacas y el semental "Figurita", de Isaías y Tulio Vázquez- origen pedrajeño- tomando la antigüedad el 1 de marzo de 1963, modificando anteriormente el hierro original de Albaserrada, rodeando la "A" coronada con un óvalo.
Con el buen encaste, el nombre de Albaserrada vuelve a estar presente en los ruedos españoles y a conseguir resonantes triunfos con muchos de los toros de su hierro, volviendo a conseguir la categoría que tuvo con su primitiva vacada.
LOS ALBASERRADAS
Son toros en los que podríamos resaltar ciertas peculiaridades únicas de ésta especie, tan característica y por su singularidad, en comparación con la mayoría de las ganaderías de bravo que hoy se cotizan y admiran.
Morfológicamente se diferencian del resto en su clásico y buen trapío, de pelo lustroso y negro, predominando el mulato sobre sobre el zahíno, con algún castaño o berrendo aparejado, los menos; son más bien de esqueleto, recortado, bajos de agujas, "cuesta abajo", de cuernos blancos con la terminación de los pitones en negro (esto los hace más largos y astifinos a la vista), badanudos, veletos y astifinos, pero sin llegar a ser cornalones. Se podría resumir diciendo que poseen hechuras de "Domecq" y cabeza de "Parladé".
Genotípicamente "los albaserradas", tienen más "contenido" del que su reducido aspecto puede imaginar. En el campo son muy tímidos y reservones en su manejo llegan incluso con frecuencia a la pelea entre ellos y así ofrecen la espalda a cualquier movimiento o golpe de cámara fotográfica, lo que les hace más complicado su estudio.
En la plaza, son animales con mucho temperamento y agresividad, metiendo los ríñones y empleándose con fijeza en los caballos. En banderillas suelen dar carreras largas y en la muleta poseen una gran fijeza y suelen tener mucho recorrido, repitiendo siempre las embestidas. Este tipo de toro precisa toreros con buenos recursos y seguridad, porque en cuanto perciben alguna duda o cierta inseguridad en las acciones o ejecuciones toreras, se vuelven reservones o sacan a relucir bastante genio. Si por el contrario, se les "traga" en los primeros compases de la lidia, pueden acabar entregándose con una calidad y transmisión excepcionales.
Las vacas suelen comportarse igual, aunque se diferencien algo más en su configuración externa, presentando caras más desarrolladas además de su ya conocida, sorprendente y duradera longevidad, superando cotas de edad de hasta dieciocho y veintidós años con cierta frecuencia.
LA HISTORIA DE UN TORO LLAMADO "LABORIOSO"
Este sigue siendo hoy un caso insólito en la historia de la tauromaquia de todos los tiempos. Fue un 12 de octubre de 1965, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, cuando se lidió la novillada-debut del joven ganadero sevillano José Luis García de Samariego- y tuvo que ser un novillo-toro marcado a fuego con el número 24 del hierro del Marqués de Albaserrada y de nombre "Laborioso".
El animal tuvo graves dificultades para su inclusión en la novillada a consecuencia de sus hechuras, poco parejas con el resto de sus hermanos de carnada, ya que llegó a pesar 425 kilogramos.
Pero a pesar de todo ello llegaría triunfar de una forma excepcional y sin precedentes en la historia de esta plaza. Otorgándole, al finalizar la faena de muleta, el indulto y "absolución final" del novillo-toro, solicitándose de una manera explosiva, extraordinaria e inusual.
El ganadero actual nos recuerda aquellos momentos célebres: "La Plaza de Sevilla se venía abajo, la Maestranza era un mar de pañuelos blancos. Sacó la nobleza del padre de nombre "Jaranero" de puro encaste Domecq y su físico era imponente, heredado de su madre "Laboriosa" de la rama "Pedrajeña". (...) "...De salida humilló y se desplazaba desde muy largo volviendo con el hocico pegado al suelo y el cuello completamente torcido, haciendo "el avión". Tomó tres varas y a petición del público, la última se le colocó desde muy lejos y no lo dudó, se arrancó galopando".
"El torero que le tocó en suerte fue el diestro de la Algaba, Rafael Astola, que le toreó muy bien y recibió una oreja simbólica.
Fue un toro que entró galopando y salió galopando. Lástima que no se lidió en farolillos y por ser corrida de prefería no me dieron el trofeo Maestrante del 65". Apuntaba el ganadero. El astado volvió a la dehesa de Gerona y, tras ser curado, estuvo como semental durante doce años. Dio más de 300 descendientes y ha fijado actualmente muchos caracteres de hechuras y temperamento de más del 60% de la ganadería.
Otros toros célebres y premiados por su buen juego en la plaza fueron: En Madrid el toro "Señorito" y el novillo "Discreto", fueron premiados con la vuelta al ruedo en 1963. El primero recibió 5 puyazos. En la plaza de Pamplona, recibiendo la distinción de mejor toro de la Feria de San Fermín 1979 a "Revoltoso" y "Hatero" en 1982; éste último protagonizó un tercio de varas histórico e interminable al recibir un primer puyazo de ocho minutos de duración.
Más recientemente, el 5 de Julio de 1984, el toro "Sombrerero" obtuvo el trofeo al más bravo de los lidiados en la corrida-concurso de la prensa, y en 1990 se lidió un excelente lote, en el que destacó "Dormido". También en Barcelona esta divisa ha cosechado numerosos éxitos, como el del 9 de septiembre de 1990 con el toro "Niño", con el que hoy todavía se recuerda su enorme juego en la muleta.
GANADERÍA FUNDACIONAL
Es ésta, una antigua ganadería que por diversas razones y circunstancias dejó de lidiar por algún tiempo, perdiendo por ello los derechos de antigüedad, hierro y divisa. Años más tarde volvió a la actividad de criar reses bravas, con nuevo hierro y antigüedad.
Por todo ello, los buenos aficionados, no deberían olvidar no sólo su legítimo carácter fundacional, pues llegó a ser raíz Vistahermosa del tronco del Barbero de Utrera y J. Arias-Saaverda, línea Dolores Monge (Murube) y Eduardo ¡barra. Por la derivación del propio Sr. Conde de Santa Coloma, tío abuelo del actual ganadero de hierro del Marqués de Albaserrada, y del Marqués de Saltillo. Hoy transformado todo en raíz Vazqueña del tronco del Duque de Veragua y J. Trespalacios, línea del viejo Matías Sánchez Cobaleda, por la derivación de su paisano y también chairo ligrimo Antonio Luis Sánchez y Sánchez (con aumentos de reses propiedad del ganadero sevillano Antonio Urquijo) y a su vez de la rama Romero de la Quintana agregando este reses de Veragua, adquiridas al gran poeta y ganadero jerezano Juan Pedro Domecq y Diez de encaste Veragua (vía Domecq) y los hermanos Isaías y Tulio Vázquez (puro Pedrajas).
Tras despedimos del ganadero actual nos marchamos de la "Mirandilla" entre toros y girasoles, con el deseo de aficionado de triunfo y éxito para sus futuras carnadas. Al cruzar la portera, un viejo mayoral de la finca vecina de "La Alegría", propiedad de Juan de Dios Pareja Obregón y antiguo habitat de "Los Concha y Sierra", nos cuenta que antaño se podía escuchar por las noches a los toros de Don Femando y de Don Hipólito, turrear entre las encinas y olivos, llamándose a la batalla. Ahora, pienso yo, que son éstos últimos, los que como únicas reliquias históricas del lugar y siendo justos merecedores de su linaje, son quienes deberán demostrar una vez más su buen juego en la plaza, digno de su gran lustre y singularidad.
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