Muy cerca de Medina Sidonia en dirección a Jerez, nos adentramos en el cortijo "Fuente Rey" bello hogar y "cuartel general" de "los murubes" de Fermín Bohórquez Escribano. Cuántas tarde de tentadero...Mis vivencias no han sido netamente familiares, sino que las aprendí de los amigos de mi casa, todos ellos grandes garrochistas, en estas "tierras del sur" que me vieron nacer. Desde niño oí a mi padre y a mi abuelo contar y recordar con satisfacción y orgullo de aficionados, jornadas de tentadero s a campo abierto en el "Cerrao del Conde", "Los Gallos" de Miura, antes en el Cortijo del "Cuarto" y últimamente en "Zahariche" feudo de la legendaria familia Miura. Igualmente en "Fuente Rey" de los Bohórquez, "Los Alburejos" y "Jandilla" de los Domecq, en el "Toruño" o "Pinganillo" de los Guardiola, en "Valdevacas" de Villanueva del Río y Minas de los Tulios y en los tres corredero s de los alrededores madrileños; el de "Monasterio" en Villalba, del Duque de Pinohermoso; el de "Las Matas", en el lugar del Marqués de Villabrágima y su famosa capona toledana colina y torda de nombre "Abanico" y el "Valjuanete" en Borox del diestro Domingo Ortega, al que solía acudir con cierta frecuencia sus amigos, los maestros Luís Miguel Dominguín y Faustino Posada, el caballero rejoneador Antonio Cañero y el señor Conde de Ruiseñada también contar anécdotas de los grandes garrochistas que fueron "El Algabeño", Pepín Martín Vázquez, Luís Ramos-Paúl (Villamarta), los Moreno Santa María y especialmente los amigos de la generación del 98, tan vinculados a mi familia como fueron Juan Belmonte, Ignacio Sánchez-Mejías y "Los Pablo-Romero". Entre caballeros y ganaderos
Queridos internautas para hablarles en este apartado de esta casa es imperioso comenzar por sus estrechas raíces en el mundo del campo y la ganadería. Fermín Bohórquez Escribano, actual propietario y titular de la ganadería representa la segunda generación de "Bohóquez" ganaderos. No así sucede con su apellido materno "Escribano" de mayor tradición ganadera puesto que su tía abuela Doña Tomasa Escribano estuvo casada con Joaquín Murube miembro de la dinastía "Murube". Ella fue quien más tarde vendería a Juan Manuel Urquijo (padre del genial Antonio y Carlos) la totalidad de la ganadería Murube. En la década de los cuarenta Luis Vallejo Alba, director del banco Urquijo y administrador de la señora viuda de Urquijo, durante un almuerzo celebrado en el entoces restaurante "Riego" de Madrid, llegaría a un acuerdo de venta de cincuenta y nueve vacas y dos sementales de Doña Carmen de Federico el padre de igual nombre del actual ganadero. Precisamente el 7 de enero de 1946 tras la compra el ganadero y patriarca Fermín Bohórquez Gómez modifica el hierro adquirido, sustituyéndolo por el que usaron sus referidos ascendientes.
Aún recuerda el actual Fermín que su primer caballo se lo regaló precisamente Luís Vallejo, administrador de Carmen de Federico y su hijo Antonio. Por aquellas fechas se asistía a la época dorada de los famosos "Urquijos". Los toros del viejo hierro de Murube triunfaban plenamente en todas las plazas, y muy pronto sus hermanos de sangre de la divisa verde y encarnada de Bohórquez adquirieron un alto cartel. Como caballero rejoneador Fermín Bohórquez Escribano ha llenado toda una ilustre página de Tauromaquia moderna, con su brillante paso por los ruedos con más de treinta años como rejoneador en activo. Gran admirador de Conchita Citrón, Álvaro Domecq, Simao Da Veiga y Joao Alves Branco Nuncio, practicó la suerte de banderilla y llegó a parar los toros en sus comienzos con la mayor destreza, gusto y perfección. Tardes memorables, triunfos clamorosos y salidas a hombros por los ruedos más prestigiosos del país y del extranjero como Valencia, Bilbao, Madrid, Sevilla, San Sebastián, Zaragoza, Barcelona, Méjico, Perú, Colombia, Ecuador, etc. Son el resumen torero de un ferviente enamorado al caballo y al toro. Los Murubes de Bohórquez Su selectivo espíritu ganadero le hizo formar una ganadería fiel a su encaste original murubeño. Son muy armónicos, aleonados, bajos de agujas, con la cara y el morrillo muy rizados, la encarnadura cornillana, brocha y ligeramente tocados arriba, el nacimiento de las astas lo tienen muy alto, hondos, de finos cabos, rabo largo y peludo, muy musculados, con badanas pronunciadas, chatos de hocico, acarnerados. En lo Bohórquez, además es muy peculiar el color pardo-verdoso de las astas. El pelo suele ser negro zahína el que más predomina en la camada pero puede darse el caso de algún mulato. Respecto a su comportamiento tienen muy marcado ese galopar característico de su encaste, con una alegría y nobleza extraordinarias. Con el caballo son bravos, prontos y alegres, y para la muleta tienen un "son" y un recorrido admirables, además de fijeza. Este tipo de toros gustó mucho al maestro de Ronda Antonio Ordóñez, quien con ellos logró faenas para el recuerdo. El gran caballero de Jerez ha sabido mantener en toda su pureza y extraordinarias características la ganadería. Los enganches de Don Fermín Una semana antes de "farolillos" en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla se celebra el ya clásico concurso nacional de enganches. De repente el barrio del Arenal se inunda de coches de caballos donde rápidamente distinguimos los espectaculares coches de Don Fermín. Sus dos Arañas, el Faetón, el Húngaro, el Peter, el Brake, el Bis a Bis, el Sociable, el majestuoso Landó o esa bonita berlina francesa. Este año asombró a propios y a extraños con sus nuevas guarniciones avellanadas traídas de Holanda y marcadas rigurosamente con el hierro ganadero. Si su gran afición es el toro y el caballo, no podríamos obviar su otra pasión hacia los enganches. Quizá sea Fermín uno de los últimos románticos del enganche. Ya desgraciadamente y a pesar de la enorme evolución en nuestros días, sigo pensando que estamos aún a años luz de los grandes de la talla de: Carlos Piña, Luís Ramos Paul, Roberto Osborne, el Marqués del Contadero, el Barón de Gracia Real o el propio Fermín (padre). Claro eran otros tiempos en los que los propietarios eran hombres de campo, agricultores y ganaderos, sencillos pero prácticos y tenían un exquisito gusto. Tentadero de machos con "El Juli" en "Fuente Rey" Al entrar en la casa ganadera el hijo mayor de Fermín y también consumado rejoneador de hoy, Fermín Bohórquez Domecq nos saluda amablemente y nos conduce hacia las caballerizas. Allí más de veinte caballos puestos y un guadarnés repleto de bocados, cabezadas y monturas inglesas, vaqueras y portuguesas.
Un ruido de espuelas nos hace distraernos...Era el joven diestro y amigo personal de la familia Bohórquez, Julián López "El Juli" de corto y a caballo. "Hombre Cossío me alegro de verte, ¿Vas a correr hoy con nosotros?", me pregunta el torero madrileño. Curiosamente estábamos presenciando su primera actuación como novel garrochista en su primer tentadero de machos. Fue bonito comprobar que las nuevas generaciones de figuras del toreo continúan con esta bella tradición de campo. La gran estela de sus antecesores en el toreo antiguo y moderno como: El Algabeño, José Gómez Ortega "Joselito", Juan Belmonte, Luís Miguel Dominguín, Domingo Ortega, Pepe Luís Vázquez, Álvaro Domecq y los hermanos Peralta entre otros. Los erales de Bohórquez cumplieron más que dignamente mostrando nobleza y clase en sus embestidas al caballo desde cerca de veinte metros. "El Juli" llegó a derribar en varias ocasiones montando un caballo tordo del ganadero Salvador García, Cebada que también se encontraba presenciando el tentadero, en compañía de sus dos hijos José y Salvador. En esta ocasión desde la finca "Fuente Rey" de los Bohórquez, de nuevo, se volvió a escuchar las voces y la galopadas en el campo con la misma fuerza con la que sonaron sus antepasados en todos los campos de España; iniciadores de todo ello, pues eran sus voces y sus gritos de los que oíamos, como si allí estuvieran otra vez con todos nosotros, para que todo continuara y nada ni nadie pudiera impedido.
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